Cuando nos decidimos sustituir la placa base de nuestro PC lo primero que empezamos a pensar es que tenemos que volver a configurar todo nuestro sistema, formatear, volver a instalar todos nuestros programas, nuestra bien guardada copia de seguridad resulta que ya nos nos sirve… pues por fortuna ya no es así. Si tu sistema es Linux no tienes problema, lo reconocerá todo casi seguro. En Windows era otra historia, pero desde Windows 7 todo ha cambiado:
Antes de hacer ningún cambio arranca tu sistema normalmente y teclea en “buscar” (inicio, caja de búsqueda) esta línea:
c:/Windows/system32/sysprep/sysprep.exe
Sysprep es un programa alojado en la carpeta system32, puedes hacerlo también desde CMD. Se abrirá un programa con este aspecto:
En la ventana podrás ver “acción de limpieza del sistema” donde lo dejarás como está en la imagen. En opciones de apagado elige “apagar” pulsas en “aceptar” una vez que termine (unos segundos) el sistema se apagará.
A partir de aquí cambia la placa, memoria gráfica, lo que quieras. Finalizado tu instalación simplemente arranca el sistema y verás que Windows se inicia como si lo acabaras de instalar, con la pantalla de configuración de la cuenta
, rellena los pasos y tendrás tu Windows como siempre, sin perder nada, instala los nuevos driver de placa etc. y ha disfrutar.